En una nota escrita por el Jefe del Estado Mayor Conjunto de la las Fuerzas Armadas de la República Argentina, y publicada por Infobae el año pasado para esta fecha, bajo el título: “9 de Julio: soberanía, estrategia militar y ámbito espacial”; el Teniente General Juan Martín Paleo exponía la gravedad que poseía (y sigue poseyendo) la existencia de un radar de empresas británicas en el corazón de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Alertando “desde el nivel Estratégico Militar, la seria amenaza a la seguridad nacional que supone la puesta en operaciones de la instalación de antenas de radar para el seguimiento de satélites de órbita baja, por parte de la empresa de capitales británicos LEOLABS en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”.
La opinión de la máxima autoridad militar de la Argentina de la gestión de Alberto Fernández, constituyó en la advertencia más grave conocida en materia de intervención y espionaje extranjera al País y desde adentro del propio País, desde la guerra de Malvinas del año 1982. Y la ratificación que tanto la publicación del 15 de junio del sitio web Radar Internacional y la posterior de Agenda Malvinas del 26 del mismo mes, dando cuenta de la existencia y de la inscripción de dos empresas de capitales británicos e irlandeses en la Inspección General de Justicia de Tierra del Fuego a nombre de LeoLabs Space Holding & Limited y LeoLabs Limited; eran correctas.
Pero lo cierto es que en su escrito, Paleo confirmaba además lo que se decía extraoficialmente; respecto a que en la autorización dada por la Jefatura de Gabinete de Ministros el noviembre de 2022 a LEOLABS, “no hubo intervención por parte de los ministerios competentes para tal efecto (Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio y Culto y el Ministerio de Defensa)”. Aunque con un componente más, que su denuncia pública tenía por objetivo poner de “manifiesto la necesidad de disponer de una alerta temprana que permita adoptar a tiempo contramedidas que eviten la afectación de nuestros intereses soberanos”.
Y así lo describía la máxima autoridades de la Argentina sin que nadie negara o corrigiera al militar: “LEOLABS tiene sede en California (EE.UU.)”, pero la empresa radicada en Argentina “está compuesta de capitales británicos pertenecientes al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RUGB)”. Es “la principal empresa mundial proveedora de servicios”, y entre sus roles se destacan: “A) Monitoreo y consciencia situacional de utilidad militar (LEOGUARD); B) Monitoreo de la posición orbital de los satélites (LEOTRACK); C) Identificación y alerta por riesgos de colisión en el espacio (LEOSAFE); D) Asistencia para la ubicación, seguimiento y recuperación de contacto con cargas útiles recién lanzadas a la órbita baja terrestre (LEOLAUNCH); E) Evaluación de los riesgos de colisión satelital; F) monitoreo de lanzamiento de vectores”.
Las afirmaciones del Teniente General no quedaron ahí, sino que además dieron precisión sobre el carácter “dual” del radar de LEOLABS “(es decir civil y militar)”, e identificando que entre los integrantes de su directorio, “hay ex miembros del Departamento de Defensa de los EE.UU. y de la comunidad de inteligencia de dicho país, así como también de la Real Fuerza Aérea Australiana”.
Ahondando los aspectos estrictamente militares, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, enumeró en qué consiste “la amenaza a nuestra seguridad nacional” señalada, a partir de la instalación de este radar ingles en suelo fueguino y argentino:
1- Brindar alerta temprana y consciencia situacional del espacio de batalla espacial en la órbita baja en la Argentina. Esto en concreto significa que el RUGB podrá monitorear nuestra actividad satelital tanto civil como militar (cuyos proyectos son justamente satélites de órbita baja) desde nuestro propio territorio en Tierra del Fuego.
2- La banda de operación (banda S) declarada por la empresa, coincide con la banda de operación de las estaciones terrenas de emisión y recepción de datos en banda S, recepción en banda X y Ka de los satélites argentinos. Esta significa que podrían interceptar datos y consecuentemente observar objetivos terrestres, marítimos o detectar aeronaves.
3- Seguimiento de trayectorias y lanzamiento de vectores como los que está desarrollando la Argentina desde la CONAE (familia de vectores Tronador).
Un año después, al cumplirse el 208 aniversario de la Declaración de la Independencia Argentina, y pese a las advertencias del Teniente General Juan Mártín Paleo del pasado 9 de julio de 2023; el radar de LeoLabs sigue instalado en la Estancia El Relincho de Tolhuin, sin conocerse con información verificable y demostrable que el campo de antenas no se encuentra operativo, debido a que presumiblemente no recibe energía eléctrica.
Así, Alberto Fernández se fue del gobierno, lo mismo que sus ministros responsables (Agustín Rossi Jefe de Gabinete; Jorge Taina, Defensa; y Santiago Cafiero, Canciller); sin quitar el radar, a pesar de lo que denunció el propio Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. En tanto que en Tierra del Fuego el gobernador Gustavo Melella ingresó a su segunda gestión, sin responder las acusaciones de sus amigos del gobierno nacional del Frente de Todos, respecto a la intervención que tuvieron sus funcionarios en la importación e ingreso al País de los 15 contenedores en que arribó desarmado el radar, y sin permitir que los excombatientes de Malvinas pudieran verificar que efectivamente el radar no estuviera funcionando, pese al pedido expreso formulado por el Presidente del Centro de Excombatientes Malvinas Argentinas de la ciudad de Ushuaia, Juan Carlos Parodi; el pasado 2 de abril, en el acto central por los 42 años de la guerra.
Mientras tanto, LeoLabs Argentina SRL; la filial nacional de la empresa extranjera, espera respuesta del gobierno fueguino para que acepte un cambio societario, de quitar a los actores británicos e incorporar en su lugar a estadounidenses -cambiar para que nada cambie-; y los argentinos en general y los fueguinos en particular tengamos como una espada de Damocles, “la seria amenaza a la seguridad nacional”, denunciada por el hoy retirado, Teniente General Juan Martín Paleo.
“Sería de una inocencia inaceptable en este nivel de Conducción considerar lo acontecido (la instalación del radar de LEOLABS en Tolhuin) como una mera casualidad”. “El dominio aeroespacial resulta de vital interés para la nación en lo que se refiere a la producción de inteligencia estratégica militar. En el marco de nuestra Estrategia Militar Multicapa de Restricción de Área el dominio aeroespacial constituye nuestra primera capa de defensa a los fines de monitorear y estar en condiciones de anticipar mediante el empleo de satélites las maniobras de posibles Amenazas Estatales Militares Externas (AEME). Ser vulnerable en esta primera línea de defensa nos dejaría sin consciencia situacional para monitorear el ejercicio de nuestra soberanía en nuestro territorio y espacio jurisdiccionales y quedaríamos sin la capacidad de anticipar un ataque de una”, aseguraba el exjefe Militar.
Lea aquí de manera completa, la imperdible nota del Tte General Juan Martín Paleo del 9 de julio de 2023
